EL DESCUBRIMIENTO DE PROBLEMAS EN LA CAPA DE OZONO
El
premio Nobel de Química de 1995 se otorgó a los científicos Mario
Molina y Sherwood Rowland por sus trabajos sobre la química en la
atmósfera, particularmente por los relacionados con estudios acerca del
problema de la capa de ozono. A principios de la década de los setenta,
tuvieron la sospecha de que los clorofluorocarburos (CFC) hidrocarburos
compuestos que se producían industrialmente y que eran muy utilizados en
quipos de refrigeración, de aire acondicionado y en latas de aerosol,
podrían provocar daños serios a la capa de ozono en la atmósfera
terrestre. La hipótesis era que las moléculas de los CFC subirían sin
reaccionar hasta la estratosfera, y ahí podrían descomponerse por la
acción de los rayos ultravioletas presentes por encima de la capa de
ozono, liberando el cloro que contenían. Se podrá iniciar entonces una
reacción en cadena, por la cual cada átomo de cloro podría destruir
miles de moléculas de ozono. La conclusión era que la capa de ozono, tan
importante para preservar las condiciones en el planeta que son
necesarias para la vida, estaba amenazada.
Molina y Rowland enfrentaron el problema ético: ¿cómo era correcto actuar?
Tenían
que elegir entre proceder de acuerdo con los estándares metodológicos y
esperar a corroborar o refutar la hipótesis, o violar algunas de las
normas metodológicas aceptadas, no para dar la hipótesis por
corroborada, pero sí para comunicarla públicamente más allá de la
comunidad científica e intentar convencer a los industriales y a los
políticos.
Molina
y Rowland publicaron en 1974 el artículo con su hipótesis en la
prestigiosa "Revista Nature" y al mismo tiempo iniciaron acciones
tendentes a lograr la disminución y en algún momento la pohibición de la
producción de los CFC. La evidencia que a juicio de la comunidad
científica apoyó definitivamente la hipótesis no se dio hasta once años
después, en 1985, pero ya antes se había comenzado a tomar algunas
medidas preventivas.
Después
de 1985 se firmaron varios acuerdos internacionales para reducir la
producción de los CFC, encaminada a suprimirla por completo. En 1995
Molina y Rowland recibieron el premio Nobel de Química por sus estudios
sobre este tema.
OPINIÓN AL RESPECTO
El
hecho de disminuir la producción de CFC, es la mas correcta; sin
embargo su eliminación es muy poca probable ya que refrigeradores, aires
acondicionados ya aerosoles son parte del mundo en el que vivimos por
lo cual hacer que el ser humano no haga uso de ello es casi imposible.
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